En el desarrollo posterior del proceso, el juez ordenará las pericias que sean necesarias para evaluar las condiciones psíquicas y psicológicas del denunciado, y la situación actual de la denunciante.
En caso de ser necesario, se le ordenará cumplir con un tratamiento de terapia individual, en lugares especializados para tal fin.
Siempre se solicita que las medidas ordenadas por el juez se mantengan, hasta tanto finalice la situación de riesgo, y hasta que el acusado cumpla con el tratamiento psicológico.
También hay que acreditar en el juzgado cualquier cambio o hecho nuevo que se produzca y que altere la situación. En determinados casos, el juez también ordenará el cumplimiento de terapia psicológica para la denunciante y para los hijos, ya que la situación atravesada puede llegar a provocar serios trastornos emocionales para la víctima, y para los niños.