Muchas veces esas deudas ya no pueden ser cobradas por estar prescriptas y al hacer pagos parciales se vuelven a “reactivar” a través de la novación, generando nuevos plazos para la prescripción.
En otros casos, le brindan información confusa o parcial por teléfono y aunque usted pague, luego continuarán llamándolo para decirle que falta abonar más dinero.
Antes de pagar: ¡Asesórese! Recuerde que, el que paga mal… paga dos veces. Nada le asegura que esas personas que lo están llamando sean ahora las reales titulares de la deuda.
En caso de que corresponda refinanciar, antes de realizar un plan de pagos debe haber un pacto por escrito porque un acuerdo telefónico o “de palabra” sólo le traerá más problemas
Siempre lo primero que hay que hacer es ponerse en contacto con la entidad a quien usted le debía originalmente. Ellos deben informarle si aún tienen la carpeta con su deuda o la misma fue vendida a un estudio jurídico o fideicomiso. Una vez que obtuvo los datos de quién es el encargado de cobrar su deuda, lo recomendable es pedir una discriminación de la misma al día de hoy, donde figuren todos los conceptos que pretenden cobrarle (deuda original, intereses, gastos judiciales, etc). Esto se debe pedir por escrito y le sirve a usted para tener una cifra concreta y exacta para llevarle a su abogado de confianza y que el mismo analice si efectivamente es un monto adecuado o le están cobrando de más, como suele suceder con los intereses usureros.
En caso de que tengas un juicio ejecutivo iniciado en tu contra:
Si usted recibió una “cédula” o “mandamiento” notificándolo de la demanda, comuníquese cuanto antes, para no perder el plazo de contestación de esa demanda.
Si recibió un oficio de embargo en su empleo, también podemos ayudarlo.
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